Índice
    Según los expertos se prevé que el escenario económico tendrá las siguientes características:
    • El modelo capitalista, sin competencia.
    • Aparición de nuevos estados hegemónicos en Asia.
    • Economía financiera, virtual y electrónica.
    • Concentración empresarial sin parangón.
    • Desigualdad, exclusión y pobreza.
    • Movimientos reactivos: resistencia contra la globalización.
    No cabe duda que una de las megatendencias más claras, objetivamente constatables es la concentración de la riqueza.
    Otra característica de este escenario es la fragmentación en la que convive la globalización de un sistema basado en la eficiencia económica con cuotas crecientes de desigualdad en el acceso a la riqueza generado por este.

    Las primeras previsiones de los expertos sobre la economía del siglo XXI revelan desde el principio la existencia de tres factores claves en la progresión futura de la economía mundial. El primero es la idea del advenimiento, no es otra cosa que una economía global, vertebrada entorno a un sistema financiero de carácter mundial y basada en un sistema complejo de redes de telecomunicación e información de distintos niveles pero complementarias, en segundo lugar la posibilidad de una crisis financiera derivada porque las medidas de control y las regulaciones económicas que pasan indefectiblemente por el papel que tendrán en el futuro las naciones estado, llamadas así por su capacidad de regulación e intervención en la economía, desencadenando descensos en el nivel de vida de las sociedades desarrolladas. El tercer aspecto importante es la emergencia y definición a corto plazo, de una nueva economía hegemónica a nivel global en Asia, mientras África o Latinoamérica parecen seguir la tendencia de “desaparecer” del mapa económico mundial en el contexto de una economía global.

    A pesar de la más que probable pervivencia de empresas locales, se prevé que los verdaderos actores principales de la economía mundial sean las mega empresas de carácter global.
    Los expertos parecen concluir que así será la economía como consecuencia directa de la creciente tendencia a al fusión empresarial a escala mundial, la cooptación progresiva de los mercados por un número cada vez más reducido de mega empresas. Las características de ellas parecen estar claras: conglomerados compuestos por empresas auto gestionadas, con un modus operandi lindante con lo virtual y basado en la utilización masiva de las tecnologías de la información y comunicación y con un carácter sumamente flexible y desligado del control externo a la empresa en lo laboral, comparando con el de la empresa industrial. Empresas con tal poder de influencia sobre la economía mundial que puede llegar a rivalizar con las tradicionales entidades económicas ligadas a las naciones estado e incluso condicionar cualquier margen de maniobra de estas desde el ámbito político.

    El acceso a la tecnología puede resultar un factor decisivo en la generación de la desigualdad sobre todo a mediano y largo plazo; Por ultimo las primeras previsiones emitidas por los expertos en el nivel microeconómico destacan cuatro puntos principales: El primero corresponde a un proceso de “computarización total” de la casa, del trabajo, del ocio, de las relaciones interpersonales, de las gestiones económicas familiares, fundamentalmente en las sociedades desarrolladas. En segundo lugar se prevé la recuperación de la iniciativa individual, de la autogestión individual o colectiva como elemento central en la promoción del cambio articulado a través de la innovación, la participación colectiva y la acción civil en un entorno de globalización. En tercer lugar, una tendencia a la desigualdad a escala global, en cuarto y ultimo lugar esta la posibilidad de un aumento de la conflictividad de raíz económica y base local, en principio localizada en puntos concretos del planeta, pero con orígenes ( movimiento reactivo contra la concentración deponer económico )y repercusiones globales (política, propiciada por fusión generalizada de empresas a escala mundial)